El imperio mongol, señor de toda Eurasia en el siglo XIII, verdugo de los más poderosos estados de la época como el Califato Abásida, el Imperio Corasmio o la Dinastía Song, quería extender su hegemonía hasta cualquier punto donde podían llegar sus jinetes, extendiendo así una lucrativa y vasta red comercial de raíces milenarias. Inusitadamente, se encontró una importante resistencia en los confines de sus fronteras orientales. Ante él, una cultura ancestral de cazadores fue capaz de resistirse a su sumisión durante más de 40 años.

LA DIVISIÓN DEL IMPERIO MONGOL
En el siglo XIII, el imperio mongol, el mayor imperio terrestre que ha existido, cambió para siempre la configuración de Eurasia, arrasando civilizaciones centenarias y controlando un territorio que iba del Danubio hasta Manchuria, y de Siberia a Mesopotamia. Con una tácticas militares magistrales e innovadoras basadas en la movilidad y eficacia de sus jinetes arqueros y la adaptación de armas de asedio y pólvora provenientes de los pueblos conquistados (China y Persia), alcanzaron fama de invencibles hasta la decisiva derrota de Ain Jalut (1260) frente al Sultanato Mameluco en Palestina, una derrota que se produjo en parte a causa de la muerte del khan Möngke, obligando a su hermano Hulagu a abandonar la campaña militar y volver a Mongolia para asistir al Kurultai, dejando al general Kitbuga muy solo frente a los mamelucos. Con la muerte del Khan Möngke, el gran imperio quedó fragmentado en cuatro grandes khanatos independientes: El Il-Khanato, que dominaba Persia, La Horda de Oro, que controlaba las estepas desde el Cáucaso, el Mar de Aral hasta Siberia y tenía los principados rusos como vasallos, El khanato de Chagatai que dominaba Asia Central y finalmente la Dinastía Yuan (1271-1368) que unificó China y Mongolia. Inaugurada en 1271 por Kublai Khan, (tras una guerra civil contra su hermano Ariq Böke) derrocó a la Dinastía Song, terminando la conquista de China.

Tras su brillante victoria sobre la milenaria China, los Yuan, emprenderán fallidas campañas militares que acabarán en desastre, como las invasiones de Japón (1274 y 1281), las invasiones de Vietnam (1285-1288) o la expedición a Java (1293), desgastando de forma importante las fuerzas y el tesoro del imperio.

Sin embargo, hubo otros episodios menos conocidos y que también causaron muchas dificultades a los antaño imbatibles mongoles. Los Mongoles se habían fijado en las ricas tierras más allá del Amur, pobladas por ancestrales tribus indígenas de cazadores y pescadores. Algunos historiadores, en consonancia con los dos intentos de invasiones de Japón, han añadido una tercera, la llamada «invasión mongola desde el norte«.
ORÍGENES DE LOS AINU Y LOS NIVKH
Si bien el origen exacto de los Ainu se sigue debatiendo, se cree que los ancestros de los Ainu (Humanos, en su idioma), de la familia paleoesquimal, llegaron a Hokkaido hace 18000 años, y hace 5000 años (pueblos Jomon) ya adquirieron sus costumbres y tradiciones que han perdurado hasta hoy. Este grupo caucasoide y/o proto-mongoloide, emparentado con otros antiquísimos pueblos del archipiélago Japonés, como los Ryukyuenses, era muy diferente al que se convertiría en mayoritario en Japón, los Yamato. Hacia el siglo V se formó en la región la Cultura de Ojotsk (400-900), que floreció en la Cuenca del Amur, la isla de Honshu, Hokkaido, Sajalín y hasta las islas Kuriles y Kamchatka. Esta cultura de pescadores, cazadores de focas y alfareros influyó de forma importante en las costumbres y tradiciones ainu. En China estos primeros grupos proto-ainu eran llamados Tung.

Siglos después, al sur de Hokkaido, surge la Cultura Satsumon (700-1200), que produciría importantes cambios en la vida de los Ainu, extendiendo la agricultura.

Hacia el siglo X-XI los proto-Ainu o Satsumon ( yankur»gente de la tierra») de Hokkaido sienten la presión demográfica originada de la llegada de nuevos colonos procedentes de Honshu, donde los Yamato se estaban extendiendo rápidamente y conquistando todas las tribus que encontraban a su paso (hogar de los Emishi, emparentados con los Ainu). Sumado a las necesidades agrícolas, los Ainu de Hokkaido invaden Sajalín, venciendo a los remanentes de la Cultura Ojotsk (Repunkur, «gentes del mar»). Al norte de Sajalín y en el Amur, en el continente, permanecerían los Nivkh, un pueblo de pescadores considerados los últimos portadores de la Cultura Ojotsk. De esta manera la isla de Sajalín quedaba dividida entre estos dos pueblos.

A mediados del siglo XIII los Ainu empezaron a empujar hacia el norte de la isla, principalmente para obtener nuevas tierras fértiles y por el control de un lucrativo comercio oceánico que se extendía hasta las Kuriles. Sus colonos llegarían al norte de estas islas e incluso hasta el extremo sur de la Península de Kamchatka.
MODO DE VIDA Y COSTUMBRES DE LOS AINU
Los Ainus vivían en comunidades independientes habitando chozas de madera y bambú llamadas Kotan, con una casa comunal más grande donde habitaba el jefe de la comunidad. Su forma de subsistencia se basaba en la caza, pesca y recolección, y en menor medida la agricultura: eran expertos cazadores y guerreros: cazaban grandes presas como jabalíes, ciervos, lobos, zorros u osos, utilizando flechas envenenadas y lanzas. También cazaban mamíferos marinos como focas e incluso grandes cetáceos. Además eran excelentes pescadores ( pesca del salmón). Recogían los recursos que ofrecían los densos bosques de taiga (bayas, setas, frutos secos, raíces.) y practicaban la agricultura, destacando el mijo, aunque esta era complementaria.

Su religión era animista, adorando los espíritus de la madre naturaleza, con un importante culto a los osos (arctolatria). Una de las principales divinidades Ainu era un oso. Comer carne de oso era considerado un regalo de los dioses al hogar. El ritual de invierno llamado Iomante, probablemente de origen Nivkh, consistía en la captura de un cachorro de oso pardo o kamui al que se alimentaba con comida humana e incluso leche materna hasta ser sacrificado en un altar cerimonial a los 2-3 años para que retornase con el dios oso.

Los Ainu tienen características físicas particulares: su piel es marrón claro y no amarillenta; se caracterizan por el vello, los hombres llevan largas barbas y bigotes, y no tienen los ojos tan rasgados como los japoneses y además suelen tenerlos de color claro. Llevan tatuajes en el rostro y el cuerpo; las mujeres suelen tatuarse la boca. Sus vestimentas y túnicas decoradas con motivos geométricos son llamativas. La enigmática lengua paleosiberiana de los Ainu, de la que aún se debate su origen, se encuentra en grave peligro de desaparición.

GUERRA EN EL HIELO
Los mongoles había tomado control político de Manchuria desde 1233 ( con la caída de la Dinastía Jin). Con su visión de tener el derecho divino a gobernar el mundo y la imposibilidad de tolerar tribus no sometidas a su alrededor (como los Nivkhs y los Udege del Amur), los mongoles enviaron fuerzas para someterlos y establecen un cuartel general en Nurgán, llamado posteriormente Tyr (1263). El principal interés mongol estaba en ampliar el sistema tributario chino, especialmente en una región muy abundante en las valiosas pieles de marta cibelina. Los Nivkh no veían con malos ojos quedar sometidos a los mongoles y quedar bajo su protección en su largo conflicto con los Ainu en la isla de Sajalín. En 1264 los Nikhv avisan a los mongoles de que son atacados por los Guwei o Yiliyu («ciervos»), tal como ellos llamaban a los Ainu. Inmediatamente, los mongoles envían una partida de guerreros a Sajalín y atacan a los Ainu. Estos responden al año siguiente atacando a los Nivkhs, que pierden algunos guerreros.
![[Xiongnu Culture & People]](https://i0.wp.com/www.projectglobalawakening.com/wp-content/uploads/2020/03/Xiongnu-Culture-Mongol-Empire-Eurasian-Steppe-Asia.jpg)
En 1272 el general Taxiala no consigue llevar a cabo una invasión a gran escala de la isla a causa del mar turbulento. En 1273, siguiendo el consejo de los sabios indígenas, propone invadir Sajalín a través del estrecho de Tartaria, completamente helado en invierno y solo separado del continente por cuatro millas. Pero la propuesta es rechazada. Los mongoles se limitarán a enviar armas y comida a los amenazados Nivkhs. Sin embargo, desde entonces siempre invadirán Sajalín en invierno.

No es hasta el 1282 cuando empieza una nueva campaña militar. Esta vez los mongoles envían nuevas provisiones y en 1285 bajo el mando de los generales Tatartai y Urotai lanzan una ofensiva con un Tumen (10.000 hombres) y 1000 barcos. Los tropas eran formadas por jinetes arqueros, un número importante de las fuerzas eran chinas, y también contaban con auxiliares indígenas. Durante dos años los mongoles avanzarán por Sajalín sin mucha oposición llegando hasta el extremo sur de la isla, en Cabo Crillon, donde construyen una fortaleza defensiva (Fuerte de Guohuo) con la intención de frenar las invasiones de los Ainu de Hokkaido. Hay que destacar de que hay indicios arqueológicos de fortalezas anteriores en la isla, en este caso erigidas por los Jurchen (Dinastía Jin).

http://www.sakhalinenergy.ru/media/library/ru/publications/Sakhalin_archeology_all_web_new.pdf
El poderoso ataque no será suficiente para conseguir la rendición de los Ainu, que se resisten a ser sometidos. Estos aprovecharán la pérdida de poder de los mongoles en Manchuria tras la rebelión del príncipe Dayan (1287). Los Ainu planeaban lanzar un contrataque, y en 1296 dos desertores Nivkh que habían sido centuriones en el imperio mongol se unieron al cacique ainu Waying.
Los guerreros Ainu zarparon con sus barcas y asaltaron varios asentamientos, atacaron a los cetreros del Amur (las plumas de los halcones eran un importante bien éxotico). Los cetreros Nivkh supervivientes avisaron a los mongoles de que los Ainu planeaban una invasión aprovechando el mar congelado. Los mongoles, informados, plantaron batalla y derrotaron a los Ainu en el lago Kizi (actual región de Khabarovsk).

Los Ainu realizaron otro contraataque sin éxito en 1305. Los mongoles, bajo el competente emperador Temür Khan (1294-1307), prepararon una nueva ofensiva, y en 1308 los jefes Waying y Yushannu comunicaron a los Nikhv su deseo de rendirse. Según Yuanshi , la historia oficial de la dinastía Yuan, en 1308 todos los pueblos de Sajalín quedaron bajo la autoridad de los Yuan. Se estableció la Oficina del Mariscal de Zhengdong, una institución militar que gobernaría el curso inferior del río Amur y Sajalín. Los Ainu enviaron un embajador a Nurgán con regalos y armas y con la promesa de pagar un tributo anual en pieles. El acuerdo ponía fin a la guerra entre los Ainu y los mongoles y permitía un beneficioso comercio en la región. Algunos autores han llamado esta invasión como el plan de los mongoles de invadir Japón desde el norte (tras los dos intentos fallidos anteriores), argumentando que estos pretendían cruzar de Sajalín a Hokkaido y desde allí atacar Honshu. Sin embargo no hay evidencias históricas de estos hechos además de que los mongoles no tenía conocimiento de las distancias que separaban una isla de la otra.

TRAS EL CONFLICTO
Los mongoles se retirarían de Sajalín hacia 1320 y el comercio de pieles en el estrecho de Tartaria quedaría abandonado poco después. La dinastía de los Yuan caería en una grave crisis, azotada por rebeliones, hambrunas, inundaciones y corrupción política. Las relaciones entre los Ainu y los Nivkh mejoraron hasta tal punto en que los dos pueblos se entremezclaron, produciéndose matrimonios mixtos y un importante intercambio cultural, que daría lugar al pueblo Ainu moderno. Este acuerdo limitó la migración de los Ainu de Hokkaido a Sajalín, los que llevó a estos a emigrar al sur (los Matagi), entrando en conflicto directo con los japoneses (Rebelión Ezo 1268-1328). La brillante dinastía Ming, reestablecería una fortaleza en el sur de Sajalín en 1409, recogiendo tributos de los Nivkh y los Ainu; este modelo sería recogido por la posterior dinastía Qing (siglo XVII). El Tratado de Nerchinsk (1686) entre la dinastía Qing y el imperio ruso confirmaba el control chino sobre Sajalín. Se estima que la población Ainu en los siglos XV y XVI era de 40.000 personas.

Durante el periodo Edo (1601-1868) muchos Ainus de Hokkaido quedaron sometidos al Shogunato y se involucraron cada vez más en el comercio de la región. La centenaria ruta de la seda del norte (Comercio Santan) cruzaba directamente por el estrecho de Tartaria, Sajalín y hasta Hokkaido, e involucraba China (Ming y Qing), los pueblos indígenas del Pacífico y Japón, fructificando durante siglos (fue la vía de entrada de seda y brocados del Japón Edo). Sin embargo hubo importantes desacuerdos y periodos de opresión contra los Ainu que llevaron a revueltas como las de Koshamain (1456), la de Shakushain (1669-1672) y la de Menashi-Kunashir (1789).
TIEMPOS CONTEMPORÁNEOS
Hokkaido (también conocida como Ezochi), había vivido una progresiva colonización japonesa yamato, con el clan Matsumae como principal autoridad en el sur. Los Ainu quedaron en minoría. En el siglo XIX el gobierno japonés tomó control directo sobre Hokkaido. La razón principal era la amenaza de una posible invasión rusa. Sajalín (Karafuto) sería motivo de disputa entre rusos y japoneses, quedando la isla dividida tras la guerra ruso-japonesa (1904-1905). Tras su derrota en la segunda guerra mundial, Japón perdería sus derechos sobre la isla de Sajalín y las Kuriles con el Tratado de San Francisco (1951). El conflicto de las Kuriles entre Rusia y Japón sigue sin resolverse.
Los Ainu fueron discriminados por los japoneses y rusos durante toda la era contemporánea, una parte viviendo en la pobreza y el aislamiento mientras que otros fueron obligados a integrarse en la sociedad (incluso cambiando sus apellidos al japonés o al eslavo), perdiendo su identidad cultural. Se prohibieron muchas de sus costumbres como tatuarse o fumar en casa del difunto, los métodos tradicionales de caza y pesca o el derecho a la tierra (1877). Se la consideraba una cultura subdesarrollada.
Solo recientemente, se ha empezado a reconocer sus derechos como minoría nacional y se ha mejorado en su integración. En 2008 el gobierno japonés reconoció oficialmente a los Ainu como pueblo indígena de Japón y en 2019 se establece la ley Ainu. Hoy quedan en el país nipón 150.000 personas de ascendencia Ainu (13.000 oficialmente), concentradas principalmente en Hokkaido. En Rusia, que durante la era soviética deportó muchos Ainu a Japón, solo quedan unas 100 personas de origen Ainu, viviendo en la Península de Kamchatka.

LECTURAS RELACIONADAS
Zgusta, Richard The Peoples of Northeast Asia through Time (Brill, 2015)
Kikuchi, Toshihiko (28 February 2012). «The Ainu and Early Commerce in the Sea of Okhotsk». nippon.com.
https://en.wikipedia.org/wiki/Mongol_invasions_of_Sakhalin
3 comentarios sobre “EL LOBO EN LA TIERRA DE LOS CAZADORES DE OSOS. LOS MONGOLES CONTRA LOS AINU.”